Ejecicios de Terapia Visual http://html.rincondelvago.com/ejercicios-de-terapia-visual.html
La visión y el niñoTodos nos habremos preguntado alguna vez: ¿cuáles son las necesidades visuales de un niño?, ¿Son las mismas que para un adulto?, ¿Qué habilidades son más importantes en los niños? Todas estas preguntas y tal vez algunas más han sido en algún momento de nuestra vida tema de preocupación o inquietud. Pues bien, vamos ha intentar responder a cada una de estas cuestiones de forma clara y concisa. Sin embargo, antes de meternos en materia, voy a realizar un pequeño resumen sobre la evolución de la visión infantil.
En los neonatos, el sistema visual no está totalmente desarrollado, aunque existe una pre-organización del córtex visual y de los foto-receptores retinianos. Así pues, la agudeza visual (AV) en los recién nacidos es muy baja. Esta agudeza visual, a medida que el niño crece y se desarrolla, también aumenta, ya que también su sistema visual se desarrolla. Así, al mes de vida es ya del doble, llegando a la AV del 100% - o unidad - (Medida por medio de potenciales visuales evocados – PEV - ) a los nueve meses de edad. Con otros test para medir la AV, como por ejemplo la “E” de Snellen no podremos determinar la máxima AV hasta los 6 años de edad aproximadamente. Se considera que la retina infantil alcanza la madurez del adulto entre los 6 y los 11 meses de edad, lo que concuerda con los valores de agudeza visual obtenidos mediante los PEV.
Las necesidades visuales del niño dependerán básicamente de su edad, ya que para cada edad, realizará unas actividades específicas. Estas necesidades visuales irán desde su entorno más próximo para los más pequeños hasta entornos más lejanos para los mayores. Así, en niños menores de 5 años, será fundamental que tengan una visión similar entre ambos ojos, ausencia de un defecto refractivo significativo (Miopía, hipermetropía, astigmatismo), así como un perfecto alineamiento ocular. De esta forma, el resto de las habilidades visuales podrán desarrollarse sin impedimentos.
Las necesidades visuales del niño dependerán básicamente de su edad, ya que para cada edad, realizará unas actividades específicas. Estas necesidades visuales irán desde su entorno más próximo para los más pequeños hasta entornos más lejanos para los mayores. Así, en niños menores de 5 años, será fundamental que tengan una visión similar entre ambos ojos, ausencia de un defecto refractivo significativo (Miopía, hipermetropía, astigmatismo), así como un perfecto alineamiento ocular. De esta forma, el resto de las habilidades visuales podrán desarrollarse sin impedimentos.
A partir de los 5 o los 6 años, cuando la escolarización es obligatoria y el aprendizaje de la lecto-escritura se hace fundamental para poder seguir un correcto aprendizaje, las exigencias visuales aumentan con el paso del tiempo y ya no basta con tener una agudeza visual del 100%. Así, todo lo relacionado con los procesos de cómo se interpreta o procesa la información visual (Percepción visual) se hacen fundamentales, para, por ejemplo, poder diferenciar una letra de otra (Discriminación visual), identificar un mismo símbolo escrito aunque cambie el tamaño (Constancia de la forma visual) o recordar uno o varios ítems visuales –
por ejemplo: letras – (Memoria visual).
por ejemplo: letras – (Memoria visual).
Así, se hacen importantes las habilidades de motilidad ocular, como el mantenimiento de la fijación visual y los movimientos sacádicos y de seguimiento de los ojos. Igualmente la visión del color es importante, ya que a estas edades se trabaja mucho con códigos de colores.
Para niños mayores, para los que la lectura es fundamental ya que ya no se aprende a leer sino que se aprende leyendo, tanto la motricidad ocular como los sistemas binocular y acomodativo son fundamentales. Gracias a ellos, se puede conseguir una buena eficacia, durante las prolongadas tareas en visión próxima, a las que el niño se verá sometido.
Igualmente crecen las exigencias a otras distancias, por lo que tener una agudeza visual acorde con las necesidades específicas del niño, será fundamental para su buen desarrollo. Por lo tanto, para los más mayores y adolescentes, tener un sistema visual libre de disfunciones binoculares, ya sean estrábicas o no, acomodativas u oculomotoras, así como un buen procesamiento de la información visual (Percepción visual) será indispensable para un buen rendimiento visual y por ende, académico.
En la siguiente tabla, se exponen algunos de los signos y síntomas más característicos de las distintas disfunciones visuales que puede presentar un niño, así como algunas de las posibles soluciones.
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Igualmente crecen las exigencias a otras distancias, por lo que tener una agudeza visual acorde con las necesidades específicas del niño, será fundamental para su buen desarrollo. Por lo tanto, para los más mayores y adolescentes, tener un sistema visual libre de disfunciones binoculares, ya sean estrábicas o no, acomodativas u oculomotoras, así como un buen procesamiento de la información visual (Percepción visual) será indispensable para un buen rendimiento visual y por ende, académico.
En la siguiente tabla, se exponen algunos de los signos y síntomas más característicos de las distintas disfunciones visuales que puede presentar un niño, así como algunas de las posibles soluciones.
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Habitualmente estamos recomendando ejercicios para los músculos del cuerpo, pero en la mayoría de estas rutinas olvidamos una parte importante que trabaja todo el día. Se trata de los ojos, una zona que tenemos descuidada y que ya va siendo hora de que entrenemos para mejorar su estado de salud.
Con el paso de los años nuestros ojos se resienten, perdemos agilidad visual y apenas somos capaces de enfocar correctamente. Para evitar esto nos tenemos que poner manos a la obra y lanzarnos a entrenar los músculos de los ojos como lo hacemos con el resto del cuerpo. Desde Vitónica vamos a ofrecer diferentes ejercicios que nos ayudarán a fortalecer esta parte y mantenerla joven por más tiempo.
Un clásico en el trabajo ocular son los ejercicios de acomodación que nos servirán para hacer que el ojo pueda ajustar la vista a cualquier tipo de distancia. Para ello simplemente basta con coger un libro y comenzar a leerlo lo más cerca posible de los ojos. Poco a poco lo vamos alejando sin parar de leer hasta que estiremos del todo los brazos. Una vez hayamos hecho esto tenemos que volver a acercar el libro a la cara. Repetimos esto unas 20 veces. Acto seguido lo haremos con el dedo que lo colocaremos de forma vertical pegado al ojo y lo alejaremos hasta estirar el brazo y lo volvemos a cercar. Lo debemos repetir otras 20 veces.
Los ojos están rodeados de pequeños músculos que debemos trabajar para fortalecerlos y hacerlos más flexibles de modo que nos permitan mover fácilmente los globos oculares. Para realizar el entrenamiento simplemente nos colocaremos de frente con el cuerpo relajado y sin mover la cabeza. En esta posición debemos mover los ojos de izquierda a derecha y de arriba abajo, marcando bien cada movimiento con al vista. Lo realizaremos varias veces. Poco a poco, y a medida que nos habituemos a este ejercicio realizaremos movimientos circulares con los ojos o cruzaremos los ojos mirándonos con ambos la nariz para ganar fuerza en estos.
Guiñar los ojos es otro buen ejercicio para trabajar la musculatura y mantener una perfecta salud ocular. Este sencillo gesto hace que eliminemos sustancias extrañas del ojo limpiándolo y consiguiendo una buena distribución de los diferentes líquidos que lo componen. Además es una buena forma de tensar toda la musculatura ocular. El guiño actúa en el ojo a modo de masaje relajándolo y contribuyendo a una perfecta salud.
Los ojos son dos entidades separadas, y en muchos casos uno es más fuerte que el otro. Para evitar esto y conseguir que ambos estén igualados en fuerza podemos realizar un sencillo ejercicio. Colocamos el dedo índice entre medias de ambos ojos un poco alejado para que podemos verlo. Una vez en esta posición miramos a un punto alejado con los dos ojos y la imagen del dedo se duplicará enmarcando el objeto lejano. Normalmente una de las dos visiones del dedo es más fuerte que la otra. La más débil significa que ese ojo tiene menos fuerza. A medida que practicamos este ejercicio conseguiremos aumentar la fuerza en ambos ojos, hasta que consigamos una perfecta visión de las dos imágenes del dedo.
Es importante que nos acostumbremos a trabajar esta parte del cuerpo. La gimnasia ocular debe ser un hábito que tenemos que adquirir para mejorar la salud de una parte fundamental del organismo.
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